domingo, 6 de abril de 2014

TALLER SOBRE LA ILÍADA PARA 11º (4) Y 11º(5)

ILÍADA
Homero
(Fragmento del primer canto)
                                                                                                           
Inicia: lunes 7 de abril - 2014
cierra: miércoles 30 de abril - 2014

1 Canta, oh diosa, la cólera del Pelida Aquiles; cólera fu­nesta que causó infinitos males a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes, a quienes hizo pre­sa de perros y pasto de aves ‑cumplíase la voluntad de Zeus‑ desde que se separaron disputando el Atrida, rey de hombres, y el divino Aquiles.
8 ¿Cuál de los dioses promovió entre ellos la contienda para que pelearan? El hijo de Leto y de Zeus. Airado con el rey, suscitó en el ejército maligna peste, y los hombres pe­recían por el ultraje que el Atrida infiriera al sacerdote Crises. Éste, deseando redimir a su hija, se había presentado en las veleras naves aqueas con un inmenso rescate y las ínfulas de Apolo, el que hiere de lejos, que pendían de áureo cetro, en la mano; y a todos los aqueos, y particularmente a los dos Atridas, caudillos de pueblos, así les suplicaba:
17 ‑¡Atridas y demás aqueos de hermosas grebas! Los dio­ses, que poseen olímpicos palacios, os permitan destruir la ciudad de Príamo y regresar felizmente a la patria! Poned en libertad a mi hija y recibid el rescate, venerando al hijo de Zeus, a Apolo, el que hiere de lejos.
22 Todos los aqueos aprobaron a voces que se respetara al sacerdote y se admitiera el espléndido rescate; mas el Atri­da Agamenón, a quien no plugo el acuerdo, le despidió de mal modo y con altaneras voces:
26 ‑No dé yo contigo, anciano, cerca de las cóncavas na­ves, ya porque ahora demores tu partida, ya porque vuelvas luego, pues quizás no te valgan el cetro y las ínfulas del dios. A aquélla no la soltaré; antes le sobrevendrá la vejez en mi casa, en Argos, lejos de su patria, trabajando en el telar y ade­rezando mi lecho. Pero vete; no me irrites, para que puedas irte más sano y salvo.
33 Así dijo. El anciano sintió temor y obedeció el manda­to. Fuese en silencio por la orilla del estruendoso mar; y, mientras se alejaba, dirigía muchos ruegos al soberano Apo­lo, a quien parió Leto, la de hermosa cabellera:
37 ‑¡Óyeme, tú que llevas arco de plata, proteges a Crisa y a la divina Cila, a imperas en Ténedos poderosamente! ¡Oh Esminteo! Si alguna vez adorné tu gracioso templo o quemé en tu honor pingües muslos de toros o de cabras, cúmpleme este voto: ¡Paguen los dánaos mis lágrimas con tus flechas!
43 Así dijo rogando. Oyóle Febo Apolo e, irritado en su corazón, descendió de las cumbres del Olimpo con el arco y el cerrado carcaj en los hombros; las saetas resonaron so­bre la espalda del enojado dios, cuando comenzó a mover­se. Iba parecido a la noche. Sentóse lejos de las naves, tiró una flecha y el arco de plata dio un terrible chasquido. Al principio el dios disparaba contra los mulos y los ágiles pe­rros; mas luego dirigió sus amargas saetas a los hombres, y continuamente ardían muchas piras de cadáveres.
53 Durante nueve días volaron por el ejército las flechas del dios. En el décimo, Aquiles convocó al pueblo al ágora: se lo puso en el corazón Hera, la diosa de los níveos brazos, que se interesaba por los dánaos, a quienes veía morir. Acu­dieron éstos y, una vez reunidos, Aquiles, el de los pies li­geros, se levantó y dijo:
59 ‑¡Atrida! Creo que tendremos que volver atrás, yendo otra vez errantes, si escapamos de la muerte; pues, si no, la guerra y la peste unidas acabarán con los aqueos. Mas, ea, consulte­mos a un adivino, sacerdote o intérprete de sueños ‑pues tam­bién el sueño procede de Zeus‑, para que nos diga por qué se irritó tanto Febo Apolo: si está quejoso con motivo de algún voto o hecatombe, y si quemando en su obsequio grasa de cor­deros y de cabras escogidas, querrá libramos de la peste.
68 Cuando así hubo hablado, se sentó. Levantóse entre ellos Calcante Testórida, el mejor de los augures ‑conocía lo presente, lo futuro y lo pasado, y había guiado las naves aqueas hasta Ilio por medio del arte adivinatoria que le die­ra Febo Apolo‑, y benévolo los arengó diciendo:
74 ‑¡Oh Aquiles, caro a Zeus! Mándasme explicar la cóle­ra de Apolo, del dios que hiere de lejos. Pues bien, hablaré; pero antes declara y jura que estás pronto a defenderme de palabra y de obra, pues temo irritar a un varón que goza de gran poder entre los argivos todos y es obedecido por los aqueos. Un rey es más poderoso que el inferior contra quien se enoja; y, si bien en el mismo día refrena su ira, guarda lue­go rencor hasta que logra ejecutarlo en el pecho de aquél. Dime, pues, si me salvarás.
84 Y contestándole, Aquiles, el de los pies ligeros, le dijo:
85 ‑Manifiesta, deponiendo todo temor, el vaticinio que sabes; pues ¡por Apolo, caro a Zeus; a quien tú, Calcante, in­vocas siempre que revelas oráculos a los dánaos!, ninguno de ellos pondrá en ti sus pesadas manos, cerca de las cón­cavas naves, mientras yo viva y vea la luz acá en la tierra, aunque hablares de Agamenón, que al presente se jacta de ser en mucho el más poderoso de todos los aqueos.
92 Entonces cobró ánimo y dijo el eximio vate:
93 ‑No está el dios quejoso con motivo de algún voto o hecatombe, sino a causa del ultraje que Agamenón ha inferi­do al sacerdote, a quien no devolvió la hija ni admitió el res­cate. Por esto el que hiere de lejos nos causó males y todavía nos causará otros. Y no librará a los dánaos de la odiosa pes­te, hasta que sea restituida a su padre, sin premio ni rescate, la joven de ojos vivos, y llevemos a Crisa una sagrada heca­tombe. Cuando así le hayamos aplacado, renacerá nuestra es­peranza.
101 Dichas estas palabras, se sentó. Levantóse al punto el poderoso héroe Agamenón Atrida, afligido, con las negras en­trañas llenas de cólera y los ojos parecidos al relumbrante fue­go; y, encarando a Calcante la torva vista, exclamó:
106‑¡Adivino de males! jamás me has anunciado nada gra­to. Siempre te complaces en profetizar desgracias y nunca di­jiste ni ejecutaste nada bueno. Y ahora, vaticinando ante los dánaos, afirmas que el que hiere de lejos les envía calami­dades, porque no quise admitir el espléndido rescate de la joven Criseide, a quien anhelaba tener en mi casa. La prefie­ro, ciertamente, a Clitemnestra, mi legítima esposa, porque no le es inferior ni en el talle, ni en el natural, ni en inteli­gencia, ni en destreza. Pero, aun así y todo, consiento en de­volverla, si esto es lo mejor; quiero que el pueblo se salve, no que perezca. Pero preparadme pronto otra recompensa, para que no sea yo el único argivo que sin ella se quede; lo cual no parecería decoroso. Ved todos que se va a otra par­te la que me había correspondido.
121 Replicóle en seguida el celerípede divino Aquiles:
122 ‑¡Atrida gloriosísimo, el más codicioso de todos! ¿Cómo pueden darte otra recompensa los magnánimos aqueos? No sabemos que existan en parte alguna cosas de la comunidad, pues las del saqueo de las ciudades están repartidas, y no es conveniente obligar a los hombres a que nuevamente las jun­ten. Entrega ahora esa joven al dios, y los aqueos te pagare­mos el triple o el cuádruple, si Zeus nos permite algún día tomar la bien murada ciudad de Troya.
130 Y, contestándole, el rey Agamenón le dijo:
131 Aunque seas valiente, deiforme Aquiles, no ocultes así tu pensamiento, pues no podrás burlarme ni persuadirme. ¿Acaso quieres, para conservar tu recompensa, que me que­de sin la mía, y por esto me aconsejas que la devuelva? Pues, si los magnánimos aqueos me dan otra conforme a mi deseo para que sea equivalente... Y si no me la dieren, yo mismo me apoderaré de la tuya o de la de Ayante, o me llevaré la de Ulises, y montará en cólera aquél a quien me llegue. Mas so­bre esto deliberaremos otro día. Ahora, ea, echemos una ne­gra nave al mar divino, reunamos los convenientes remeros, embarquemos víctimas para una hecatombe y a la misma Cri­seide, la de hermosas mejillas, y sea capitán cualquiera de los jefes: Ayante, Idomeneo, el divino Ulises o tú, Pelida, el más portentoso de todos los hombres, para que nos aplaques con sacrificios al que hiere de lejos.
148 Mirándolo con torva faz, exclamó Aquiles, el de los pies ligeros:
149 ‑¡Ah, impudente y codicioso! ¿Cómo puede estar dis­puesto a obedecer tus órdenes ni un aqueo siquiera, para emprender la marcha o para combatir valerosamente con otros hombres? No he venido a pelear obligado por los be­licosos troyanos, pues en nada se me hicieron culpables ‑no se llevaron nunca mis vacas ni mis caballos, ni destruyeron jamás la cosecha en la fértil Ftía, criadora de hombres, por­que muchas umbrías montañas y el ruidoso mar nos sepa­ran‑, sino que te seguimos a ti, grandísimo insolente, para darte el gusto de vengaros de los troyanos a Menelao y a ti, ojos de perro. No fijás en esto la atención, ni por ello te to­mas ningún cuidado, y aun me amenazas con quitarme la recompensa que por mis grandes fatigas me dieron los aqueos. Jamás el botín que obtengo iguala al tuyo cuando éstos entran a saco una populosa ciudad de los troyanos: aunque la parte más pesada de la impetuosa guerra la sos­tienen mis manos, tu recompensa, al hacerse el reparto, es mucho mayor; y yo vuelvo a mis naves, teniéndola peque­ña, aunque grata, después de haberme cansado en el com­bate. Ahora me iré a Ftía, pues lo mejor es regresar a la patria en las cóncavas naves: no pienso permanecer aquí sin hon­ra para procurarte ganancia y riqueza.
172 Contestó en seguida el rey de hombres, Agamenón:
173 ‑Huye, pues, si tu ánimo a ello te incita; no te ruego que por mí te quedes; otros hay a mi lado que me honrarán, y especialmente el próvido Zeus. Me eres más odioso que ningún otro de los reyes, alumnos de Zeus, porque siempre te han gustado las riñas, luchas y peleas. Si es grande tu fuer­za, un dios te la dio. Vete a la patria, llevándote las naves y los compañeros, y reina sobre los mirmidones, no me im­porta que estés irritado, ni por ello me preocupo, pero te haré una amenaza: Puesto que Febo Apolo me quita a Criseide, la mandaré en mi nave con mis amigos; y encaminándome yo mismo a tu tienda, me llevaré a Briseide, la de hermosas mejillas, tu recompensa, para que sepas bien cuánto más po­deroso soy y otro tema decir que es mi igual y compararse conmigo.
188 Así dijo. Acongojóse el Pelida, y dentro del velludo pe­cho su corazón discurrió dos cosas: o, desnudando la aguda espada que llevaba junto al muslo, abrirse paso y matar al Atrida, o calmar su cólera y reprimir su furor. Mientras tales pensamientos revolvía en su mente y en su corazón y saca­ba de la vaina la gran espada, vino Atenea del cielo: envióla Hera, la diosa de los níveos brazos, que amaba cordialmen­te a entrambos y por ellos se interesaba. Púsose detrás del Pelida y le tiró de la blonda cabellera, apareciéndose a él tan sólo; de los demás, ninguno la veía. Aquiles, sorprendido, vol­vióse y al instante conoció a Palas Atenea, cuyos ojos cente­lleaban de un modo terrible. Y hablando con ella, pronunció estas aladas palabras:
202‑¿Por qué nuevamente, oh hija de Zeus, que lleva la égida, has venido? ¿Acaso para presenciar el ultraje que me infiere Agamenón Atrida? Pues te diré lo que me figuro que va a ocurrir: Por su insolencia perderá pronto la vida.
206 Díjole a su vez Atenea, la diosa de ojos de lechuza:
207‑Vengo del cielo para apaciguar tu cólera, si obede­cieres; y me envía Hera, la diosa de los níveos brazos, que os ama cordialmente a entrambos y por vosotros se interesa. Ea, cesa de disputar, no desenvaines la espada a injúrialo de palabra como te parezca. Lo que voy a decir se cumplirá: Por este ultraje se te ofrecerán un día triples y espléndidos pre­sentes. Domínate y obedécenos.
213 Y, contestándole, Aquiles, el de los pies ligeros, le dijo:
216 ‑Preciso es, oh diosa, hacer lo que mandáis, aunque el corazón esté muy irritado. Proceder así es lo mejor. Quien a los dioses obedece es por ellos muy atendido.
219 Dijo; y puesta la robusta mano en el argénteo puño, envainó la enorme espada y no desobedeció la orden de Ate­nea. La diosa regresó al Olimpo, al palacio en que mora Zeus, que lleva la égida, entre las demás deidades.
223 El Pelida, no amainando en su cólera, denostó nueva­mente al Atrida con injuriosas voces:
225 ‑¡Ebrioso, que tienes ojos de perro y corazón de cier­vo! Jamás te atreviste a tomar las armas con la gente del pue­blo para combatir, ni a ponerte en emboscada con los más valientes aqueos: ambas cosas te parecen la muerte. Es, sin duda, mucho mejor arrebatar los dones, en el vasto campa­mento de los aqueos, a quien te contradiga. Rey devorador de tu pueblo, porque mandas a hombres abyectos...; en otro caso, Atrida, éste fuera tu último ultraje. Otra cosa voy a de­cirte y sobre ella prestaré un gran juramento: Sí, por este ce­tro que ya no producirá hojas ni ramos, pues dejó el tronco en la montaña; ni reverdecerá, porque el bronce lo despojó de las hojas y de la corteza, y ahora lo empuñan los aqueos que administran justicia y guardan las leyes de Zeus (gran­de será para ti este juramento): algún día los aqueos todos echarán de menos a Aquiles, y tú, aunque te aflijas, no po­drás socorrerlos cuando muchos sucumban y perezcan a ma­nos de Héctor, matador de hombres. Entonces desgarrarás tu corazón, pesaroso por no haber honrado al mejor de los aqueos.
245 Así dijo el Pelida; y, tirando a tierra el cetro tachonado con clavos de oro, tomó asiento. El Atrida, en el opuesto lado, iba enfureciéndose. Pero levantóse Néstor, suave en el hablar, elocuente orador de los pilios, de cuya boca las palabras fluí­an más dulces que la miel ‑había visto perecer dos genera­ciones de hombres de voz articulada que nacieron y se criaron con él en la divina Pilos y reinaba sobre la tercera‑, y be­névolo los arengó diciendo:
254 ‑¡Oh dioses! ¡Qué motivo de pesar tan grande le ha llegado a la tierra aquea! Alegrananse Príamo y sus hijos, y regocijaríanse los demás troyanos en su corazón, si oyeran las palabras con que disputáis vosotros, los primeros de los dánaos así en el consejo como en el combate. Pero dejaos convencer, ya que ambos sois más jóvenes que yo. En otro tiempo traté con hombres aún más esforzados que vosotros, y jamás me desdeñaron. No he visto todavía ni veré hombres como Pirítoo, Driante, pastor de pueblos, Ceneo, Exadio, Po­lifemo, igual a un dios, y Teseo Egeida, que parecía un in­mortal. Criáronse éstos los más fuertes de los hombres; muy fuertes eran y con otros muy fuertes combatieron: con los montaraces centauros, a quienes exterminaron de un modo estupendo. Y yo estuve en su compañía ‑habiendo acudi­do desde Pilos, desde lejos, desde esa apartada tierra, por­que ellos mismos me llamaron‑ y combatí según mis fuerzas. Con tales hombres no pelearía ninguno de los mortales que hoy pueblan la tierra; no obstante lo cual, seguían mis con­sejos y escuchaban mis palabras. Prestadme también voso­tros obediencia, que es lo mejor que podéis hacer. Ni tú, aunque seas valiente, le quites la joven, sino déjasela, pues­to que se la dieron en recompensa los magnánimos aqueos; ni tú, Pelida, quieras altercar de igual a igual con el rey, pues jamás obtuvo honra como la suya ningún otro soberano que usara cetro y a quien Zeus diera gloria. Si tú eres más esfor­zado, es porque una diosa te dio a luz; pero éste es más po­deroso, porque reina sobre mayor número de hombres. Atrida, apacigua tu cólera; yo te suplico que depongas la ira contra Aquiles, que es para todos los aqueos un fuerte ante­mural en el pernicioso combate.
285 Y, contestándole, el rey Agamenón le dijo:
286 ‑Sí, anciano, oportuno es cuanto acabas de decir. Pero este hombre quiere sobreponerse a todos los demás; a to­dos quiere dominar, a todos gobernar, a todos dar órdenes que alguien, creo, se negará a obedecer. Si los sempiternos dioses le hicieron belicoso, ¿le permiten por esto proferir in­jurias?
292 Interrumpiéndole, exclamó el divino Aquiles:
293 ‑Cobarde y vil podría llamárseme si cediera en todo lo que dices; manda a otros, no me des órdenes, pues yo no pienso ya obedecerte. Otra cosa te diré que fijarás en la memoria: No he de combatir con estas manos por la joven ni contigo, ni con otro alguno, pues al fin me quitáis lo que me disteis; pero, de lo demás que tengo junto a mi negra y veloz embarcación, nada podrías llevarte tomándolo contra mi voluntad. Y si no, ea, inténtalo, para que éstos se ente­ren también; y presto tu negruzca sangre brotará en torno de mi lanza.
304 Después de altercar así con encontradas razones, se le­vantaron y disolvieron el ágora que cerca de las naves aque­as se celebraba. Fuese el Pelida hacia sus tiendas y sus bien proporcionados bajeles con el Menecíada y otros amigos; y el Atrida echó al mar una velera nave, escogió veinte reme­ros, cargó las víctimas de la hecatombe para el dios, y, con­duciendo a Criseide, la de hermosas mejillas, la embarcó también; fue capitán el ingenioso Ulises.
312 Así que se hubieron embarcado, empezaron a navegar por líquidos caminos. El Atrida mandó que los hombres se purificaran, y ellos hicieron lustraciones, echando al mar las impurezas, y sacrificaron junto a la orilla del estéril mar he­catombes perfectas de toros y de cabras en honor de Apolo. El vapor de la grasa llegaba al cielo, enroscándose alrededor del humo.
318 En tales cosas ocupábanse éstos en el ejército. Agame­nón no olvidó la amenaza que en la contienda había hecho a Aquiles, y dijo a Taltibio y Euríbates, sus heraldos y dili­gentes servidores:
322 ‑Id a la tienda del Pelida Aquiles, y asiendo de la mano a Briseide, la de hermosas mejillas, traedla acá, y, si no os la diere, ire yo mismo a quitársela, con más gente, y todavía le será más duro.
326 Hablándoles de tal suerte y con altaneras voces, los des­pidió. Contra su voluntad fuéronse los heraldos por la orilla del estéril mar, llegaron a las tiendas y naves de los mirmi­dones, y hallaron al rey cerca de su tienda y de su negra nave. Aquiles, al verlos, no se alegró. Ellos se turbaron, y, habien­do hecho una reverencia, paráronse sin decir ni preguntar nada. Pero el héroe lo comprendió todo y dijo:
334 ‑¡Salud, heraldos, mensajeros de Zeus y de los hom­bres! Acercaos; pues para mí no sois vosotros los culpables sino Agamenón, que os envía por la joven Briseide. ¡Ea, Pa­troclo, del linaje de Zeus! Saca la joven y entrégasela para que se la lleven. Sed ambos testigos ante los bienaventura­dos dioses, ante los mortales hombres y ante ese rey cruel, si alguna vez tienen los demás necesidad de mí para librar­se de funestas calamidades porque él tiene el corazón po­seído de furor y no sabe pensar a la vez en lo futuro y en lo pasado, a fin de que los aqueos se salven combatiendo jun­to a las naves.
345 Así dijo. Patroclo, obedeciendo a su amigo, sacó de la tienda a Briseide, la de hermosas mejillas, y la entregó para que se la llevaran. Partieron los heraldos hacia las naves aqueas, y la mujer iba con ellos de mala gana. Aquiles rom­pió en llanto, alejóse de los compañeros, y, sentándose a ori­llas del blanquecino mar con los ojos clavados en el ponto inmenso y las manos extendidas, dirigió a su madre muchos ruegos:
352 ‑¡Madre! Ya que me pariste de corta vida, el olímpico Zeus altitonante debía honrarme y no lo hace en modo al­guno. El poderoso Agamenón Atrida me ha ultrajado, pues tiene mi recompensa, que él mismo me arrebató.
357 Así dijo derramando lágrimas. Oyóle la veneranda ma­dre desde el fondo del mar, donde se hallaba junto al padre anciano, e inmediatamente emergió de las blanquecinas on­das como niebla, sentóse delante de aquél, que derramaba lágrimas, acariciólo con la mano y le habló de esta manera:
362 ‑¡Hijo! ¿Por qué lloras? ¿Qué pesar te ha llegado al alma? Habla; no me ocultes lo que piensas, para que ambos lo sepamos.
364 Dando profundos suspiros, contestó Aquiles, el de los pies ligeros:
365 ‑Lo sabes. ¿A qué referirte lo que ya conoces? Fuimos a Tebas, la sagrada ciudad de Eetión; la saqueamos, y el bo­tín que trajimos se lo distribuyeron equitativamente los aqueos, separando para el Atrida a Criseide, la de hermosas mejillas. Luego Crises, sacerdote de Apolo, el que hiere de lejos, deseando redimir a su hija, se presentó en las veleras naves aqueas con un inmenso rescate y las ínfulas de Apo­lo, el que hiere de lejos, que pendían de áureo cetro, en la mano; y suplicó a todos los aqueos, y particularmente a los dos Atridas, caudillos de pueblos. Todos los aqueos apro­baron a voces que se respetase al sacerdote y se admitiera el espléndido rescate; mas el Atrida Agamenón, a quien no plugo el acuerdo, to despidió de mal modo y con altaneras voces. El anciano se fue irritado; y Apolo, accediendo a sus ruegos, pues le era muy querido, tiró a los argivos funesta saeta: morían los hombres unos en pos de otros, y las fle­chas del dios volaban por todas partes en el vasto campa­mento de los aqueos. Un adivino bien enterado nos explicó el vaticinio del que hiere de lejos, y yo fui el primero en aconsejar que se aplacara al dios. El Atrida encendióse en ira; y, levantándose, me dirigió una amenaza que ya se ha cumplido. A aquélla los aqueos de ojos vivos la conducen a Crisa en velera nave con presentes para el dios; y a la hija de Briseo, que los aqueos me dieron, unos heraldos se la han llevado ahora mismo de mi tienda. Tú, si puedes, so­corre a tu buen hijo; ve al Olimpo y ruega a Zeus, si alguna vez llevaste consuelo a su corazón con palabras o con obras. Muchas veces, hallándonos en el palacio de mi padre, oí que te gloriabas de haber evitado, tú sola entre los inmortales, una afrentosa desgracia al Cronida, el de las sombrías pu­bes, cuando quisieron atarlo otros dioses olímpicos, Hera, Posidón y Palas Atenea. Tú, oh diosa, acudiste y lo libraste de las ataduras, llamando en seguida al espacioso Olimpo al centímano a quien los dioses nombran Briareo y todos los hombres Egeón, el cual es superior en fuerza a su mismo padre, y se sentó entonces al lado de Zeus, ufano de su glo­ria; temiéronlo los bienaventurados dioses y desistieron del atamiento. Recuérdaselo, siéntate a su lado y abraza sus ro­dillas: quizás decida favorecer a los troyanos y acorralar a los aqueos, que serán muertos entre las popas, cerca del mar; para que todos disfruten de su rey y comprenda el podero­so Agamenón Atrida la falta que ha cometido no honrando al mejor de los aqueos.
413 Respondióle en seguida Tetis, derramando lágrimas:
414 ‑¡Ay, hijo mío! ¿Por qué te he criado, si en hora aciaga te di a luz? ¡Ojalá estuvieras en las naves sin llanto ni pena, ya que tu vida ha de ser corta, de no larga duración! Ahora eres juntamente de breve vida y el más infortunado de todos. Con hado funesto te parí en el palacio. Yo misma iré al nevado Olimpo y hablaré a Zeus, que se complace en lanzar rayos, por si se deja convencer. Tú quédate en las naves de ligero andar, conserva la cólera contra los aqueos y abstente por en­tero de combatir. Ayer se marchó Zeus al Océano, al país de los probos etíopes, para asistir a un banquete, y todos los dio­ses lo siguieron. De aquí a doce días volverá al Olimpo. En­tonces acudiré a la morada de Zeus, sustentada en bronce; le abrazaré las rodillas, y espero que logre persuadirlo.
428 Dichas estas palabras partió, dejando a Aquiles con el corazón irritado a causa de la mujer de bella cintura que vio­lentamente y contra su voluntad le habían arrebatado.

ACTIVIDADES

1º. Leer el fragmento.
2º. Haga un listado de todas aquellas palabras que su significado desconozca. Busque su significado. Vuelva a leer el pasaje.
3º. Según el orden de jerarquía (escala de poder), construye la pirámide de poder de los dioses que aparecen en este fragmento.
4º. A través de este fragmento, ¿qué se relata? Dilo en un párrafo breve y sustancioso.
5º. Si a usted le tocase dar un fallo, ¿cuál sería el suyo y por qué? Es decir, ¿a quien le daría la razón y por qué?
6º. Aplique en dos párrafos (escogidos al azar) algunos elementos modalizadores para explicar la posición de quien habla.
7º. El ejército de los griegos estaba constituido por miembros de varios pueblos, según este pasaje, ¿cuáles eran algunos de ellos?
8º. Evalúa la actitud de Agamenón y consigna tu apreciación en un párrafo. Procura ser objetivo y sabio.
9º. ¿Cuáles son los momentos en los que se muestra mejor la presencia de lo mitológico en este fragmento?
10. ¿Cuál es el mensaje del texto leído?


NOTA: FORMAR GRUPO DE CUATRO ESTUDIANTES. 
CADA GRUPO ENVÍA SUS RESPUESTAS A ESTE BLOG EN LA FECHA CONVENIDA.

Hernando Tejada

8 comentarios:

  1. TALER (LA ILIADA).
    1. Leer e fragmento.
    2. Haga un listado de todas aquellas palabras que su significado desconozcas. Vuelva a leer el pasaje.
    RTA/: -COLERA: enfermedad contagiosa caracterizada por vómitos, diarrea, y dolores intestinales.
    - CONAVA: superficie más achatada en el medio que en los extremos.
    -INFULA: adorno de lana blanca, a modo de venda, con que se señian la cabeza los sacerdotes.
    -PINGUES: abundante copioso que habita en los mares antárticos.
    -AUGURES: persona que predice un presagio.
    -VATICINIO: predicción, pronostico.
    -EXIMIO: superior, muy excelente.
    -HECATOMBE: sacrificio pagano en el que se inmolaban cien bueyes u otras víctimas.
    -MAGNANIMIDAS: elevación y grandeza de ánimo. Generosidad.
    -UMBRIA: lugar en que constantemente hay sombra.
    -ACONGOJAR: fatigar, afligir.
    -ULTRAJE: ofensa grabe, insulto de obra o palabra.
    -INJURIAR: agraviar, ofender, e insultar.
    3. según el orden de jerarquía (escala de poder), construye la pirámide de poder de los dioses que aparecen en este fragmento.
    RTA/
    ZEUS
    POSEIDON
    HADES
    ATENEA DIOSES
    PALAS
    TETIS
    HERA

    AQUILES
    APOLO
    PATROCLO
    LETO
    AYANTE SEMI-DIOSES
    ULISES
    IDOMENEO
    CRONIDA

    4. A través de este fragmento ¿Qué se relata?, dilo en un párrafo breve y sustancioso.
    RTA/
    Este fragmento relata la relación que tenían los humanos y los dioses, como los veneraban, y también la vida de los hombres o sea la política que los gobernaban, es decir, si los reyes de ciertas naciones (eje: el rey Agamenón) quisieran apoderarse de otras tierras o naciones, solo la tomaban a la fuerza. Y como los dioses intervenían en ello.
    5. Si a usted le tocase dar un fallo, ¿cuál sería el suyo y por qué? Es decir, ¿a quién le daría la razón y por qué?.
    RTA/
    Yo apoyaría al régimen de los dioses porque no estoy de acuerdo con las guerras ya que estos trataban de buscar el equilibrio del mundo (la mayoría) aunque tuviesen que defenderse algunas veces.
    6. Aplique en dos párrafos (escogidos al azar) algunos elementos modalizadores para explicar la posición de quien habla.
    RTA/
    ‘TODOS LOS AQUEOS APROBARON A VOCES QUE SE RESPETA AL SACERDOTE Y SE ADMITIERA EL ESPLENDIDO RESCATE; MAS EL ATRIDA AGAMENOM, A QUIEN NO PLUGO EL ACUERDO, LO DESPIDIO DE MAL MODO Y CON ALTANERAS VOCES’’
    En estos párrafos se da primero la manifestación de opinión y luego la expresión de hechos, porque en esta se expresa lo sucedido en ese momento.
    7. El ejército de los griegos estaba constituido por miembros de varios pueblos, según este pasaje, ¿cuáles eran algunos de ellos?
    RTA/
    En ese ejército se prestaban 6 pueblos, los atrides, los aqueos, los danaos, el reino de Agamenón, y los hombres de Egeon. Estos fueron los pueblos que participaron en este fragmento.
    8. Evalúa la actitud de Agamenón y consigna tu apreciación en un párrafo. Procura ser objetivo y sabio.
    RTA/
    La actitud de esta persona era incorrecta porque este por el hecho de ser poderoso en las guerras, acababa con reinos menos poderosos y asesinaba a personas inocentes (ancianos y niños), y tomaba como trofeo a las mujeres.
    9. ¿Cuáles son los momentos en los que se muestra mejor la presencia de lo mitológico en este fragmento?
    RTA/
    La presencia de lo mitológico en el fragmento podría ser cuando las personas veneraban a los dioses y cuando estos hacían presencia en los hechos de este.
    10. ¿Cuál es el mensaje del texto leído?
    RTA/
    Este fragmento nos quiere dar a entender cómo se vivía y trabajaban las personas lo cual era mal porque los reinos más poderosos dominaban a los más débiles por medio de la guerra y nos da a conocer como los hombres creían en los dioses y como interactuaban con ellos lo cual era errónea ya que se debe respetar la vida de las demás personas, o sea las personas no debeos de abusar de nuestro poder no importa lo grande que sea este, siempre hay que actuar con humildad y honradez.
    PROFE SOY MARTIN SUAREZ DE 11*5

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  2. #2:
    Fonesta: que causa desgracia o dolor. / Que es muy triste o desgraciado.
    Suscito: provocar o causar una cosa especialmente sentimientos de duda, curiosidad o interés, acciones que implican agotamiento u oposición. / levantar promover.
    Imfulas: muestras excesivas de orgullo que hace una persona de lo que considera que son sus virtudes de bienes propios. / venida de una persona sobre sus bienes actos o cualidades.
    Redimir: librar a una persona de una obligación, de un dolor o de una situación penosa.
    Atrida: nombre dado por número a los descendientes de Artreo.
    Caudillos: persona que guía o manda a un grupo de personas especialmente a un ejército o gente armada.
    Cólera: enfermedad contagiosa caracterizada por vómitos y dolores.
    Umbrías: lugar en el que constantemente hay sombra.
    Vactinio: predicción pronostico.
    Ínfula: adorno de lana blanca.
    Ultraje: ofensa grave, insulto de obra o palabra.
    #3:
    Zeus
    Apolo
    Tetis
    Poseidón
    Atenas
    #4:
    Se relatan las relaciones que existían entre los dioses y los humanos. La forma como los hombres veneraban a los dioses, como luchaban para mantener el dominio y el poder de una región.
    #5:
    Si me tocara dar una opinión le daría la razón a Aquiles ya que este ferviente luchador no tenía aspecto para hacer frente a la petición de Ulises esta es para Agamenón y este no tenia porque vengarse con la recompensa de Aquiles de igual forma Crises tenía derecho de hacer redimir a su hija ante los Aqueos, Apolo como Dios tiene la razón general.
    #6:
    • Durante nueve días volaron por el ejército las flechas de dios. Aquiles convoco al pueblo al ágora se le puso el corazón Hera, la diosa de los níveos brazos, que se interesaba por los dánaos, a quien veía morir. Acudieron estos y, una vez reunidos, Aquiles, el de los pies ligeros, se levanto y dijo:
    • Dichas estas palabras partió, dejando a Aquiles con el corazón irritado a causa de la mujer de bellas cinturas que violentamente y contra su voluntad le había le había arrebatado.
    #7:
    Los ejércitos que participaban eran los Aqueos los del reino de Agamenón y los Caudillos de pueblos, en su gran mayoría.
    #8:
    Me pareció muy mala ya que el enviaba soldados a los pueblos y ciudades a matar a las personas para quedarse con todas sus propiedades y así ser cada día más rico.
    #9:
    • Cuando Aquiles eleva sus plegarias a la madre felis la diosa de los mares y esta sale de un rio y habla con él.
    • Cuando Apolo ataca a los Aqueos con las flechas de plata que los enfrentaba tanto que los llevaba a la muerte.
    #10:
    Que hay que defender lo que uno quiere, la revolución que existe entre los hombres y los dioses y la manera como logran convivir. La forma como los hombres le obedecen a los dioses ya que estos tienen mayor poder y son capaces de hacer muchas cosas que los hombres no pueden hacer.

    Juan Carlos Suarez Palacio 11°5

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  3. Solución del taller de la Ilíada
    2. Palabras Desconocidas:
    Aqueos: es uno de los nombres colectivos utilizados para el conjunto de los griegos en la Odisea y en la Ilíada.
    Cólera: Enfadado muy grande y violento: Su rostro enrojeció del cólera.
    Funesta: Que causa desgracia o dolor.
    Veleras: Embarcación que se mueve por el impulso de las velas-
    Caudillas: Persona que guía y manda a un grupo de personas, especialmente.
    Atridas: Nombre dado por Homero a los descendientes de Atreo.
    Redimir: Librar a una persona de una obligación, de un dolor o de una situación penosa.
    Perecían: Perder la vida una persona como consecuencia de un accidente o una catástrofe o una acción violenta.
    3.
    Zeus
    Apolo
    Tatis
    Poseidón
    Atenea
    4. Relata una lucha de poder, y de una posición social, de la ciudad de Acton y luego uno de los Dioses se queda con la hija del sacerdote, ellos piden un rescate y piden que se respetara al sacerdote durante Nueve días hubieron luchas con flechas la política que la gobernaba o sea si las leyes de ciertas naciones (El rey Agamenón).
    5. Nosotros apoyaríamos el régimen de Aquiles, ya que Aquiles luchaba por lo que quería.
    6. Un párrafo de Soria: Todos los aqueos aprobaron a voces que se respetara al sacerdote y se admitiría el espléndido rescate. Se da una manifestación de opinión también una exposición de hechos.
    7. En este ejército presentaban pueblos como Atrides, Aqueos y el reino de Agamenón y por supuesto los griegos.
    8. La actitud de Agamenón no fue la correcta ya que el asesinaba personas inofensivas (niños, ancianos) y para él hacer esto mandaba a los soldados a otras ocupaciones y por medio de todo lo que hacía obtenía sus propósitos y tierras ajenas por medio de la guerra.
    9. La presencia mitológica en este fragmento pueden ser cuando las persona adoraban a los dioses y cuando hacía un acto estas estaban presente.
    10. El fragmento nos da a entender el momento en el que el hombre creía en la existencia de los dioses y todos los actos que estos hacían para mantener resaltada esta creencia.

    Angélica Vergara Palacio
    11º5

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    Respuestas
    1. 2: R/ cólera: El cólera es una enfermedad infecto contagiosa intestinal aguda
      Aqueos: Los aqueos es uno de los nombres colectivos utilizados para el conjunto de los griegos
      Atrida: Los Atridas son, en la mitología griega, los descendientes de Atreo,
      Airado: Que está enfadado o irritado.
      Grebas: La greba es una pieza de la armadura antigua que cubría la pierna desde la rodilla hasta la base del pie.
      Chasquido: Sonido seco que se produce cuando se rompe o raja una cosa, especialmente la madera
      Carcaj: El carcaj o aljaba es una caja o cilindro de piel, madera y/o tela usada por los arqueros para transportar las flechas, permitiéndoles alcanzarlas con facilidad y rapidez
      Níveos: Que es semejante a la nieve o tiene alguna característica suya, como la blancura
      Ínfula: Las ínfulas son una parte de la mitra, el típico sombrero utilizado por los obispos de la Iglesia Católica y otras confesiones cristianas.
      Umbría: zonas de sombra orográfica.

      3: R/ Zeus
      Poseidón
      Hades
      Hera
      Atenea
      Tetis

      Aquiles
      Apolo
      Leto
      Ulises

      4: R/ este fragmento relata la relación que había entre dioses y humanos y también la lucha entre reyes por mantener el pueblo y el poder, también por que esos reyes se querían apoderas de las otras tierras cercanas.

      5: R/ yo apoyaría Aquiles ya que el luchaba por lo que él quería y si le tocaba dar la vida por mantener lo que él quiere la daba

      6: R/ ¡salud, heraldos, mensajeros de Zeus y de los hombres! Acercaos; pues para mi no sois vosotros los culpables si no Agamenón, que os envía por la joven Briseida
      Esta es una manifestación de opinión

      7: R/ los aqueos, los Atrida, caudillos de pueblo, los griegos, y por supuesto el reino de Agamenón.

      8: R/ la actitud de Agamenón era una actitud criminal, impotente ya que el mataba a muchas personas inocentes y quería acabar con los reinos de poco poder ósea mas débiles.

      9: R/ la mitología en este fragmento seda cuando las personas le pedían y alababan a los dioses

      10: R/ el mensaje de este fragmento es que los reinos de gran poder luchaban por obtener lo que sea sin darse cuenta que le estaban haciendo daño a mucha persona inocente y además llegaban a los extremos como la guerra

      Shirley Paola Flórez arias 11-5

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  4. Solución
    1. Leer el fragmento
    2. SUSCITO: sentimientos de duda, curiosidad o interés que implican ahitamiento u oposición.
    INFULAS: muestra exclusiva de orgullo que hace una persona de lo que considera que son sus virtudes de bienes propios / unidad de una persona sobre sus bienes, actos o cualidades.
    REDIMIR: librar a una persona de obligación, de u dolor o de una situación personal.
    CAUDILLOS: persona que guía y anda a un grupo de personas, especialmente a un ejército o gente armada.
    CASCUDO: sonido seco que se produce cuando se rompe la madera seca.
    3. ZEUS
    APOLO
    TETIS
    POSEIDON
    ATENAS
    4. RELATO:
    AGAMEON Y AQUILES fueron a Tebas la sagrada ciudad de Anteón, la saquearon y el botín que trajeron lo repartieron igualmente los saqueos, Agamenón se quedo con la hija del sacerdote criselde y Aquiles con briselda. Criselde fue pedida en rescate por crises ante los aqueos y arribas pero tan petición fue negada. Esta actitud por parte de Agamenón irrito el corazón de Apolo. Al verla partir decidió hablar con su madre para que le ayudara y hablara con Zeus.
    5. Le daríamos la razón a Aquiles ya que este excelente luchador no tenía ningún motivo para hacer frente a la petición de crises esta es para Agamenón y el no tenia porque vengarse por la recompensa de Aquiles, de igual forma tenía derecho a hacer redimir a su hija ante los aqueos, Apolo como dios tenia la razón general en este fragmento.
    6. Enunciado objetivo
    • Durante nueve días volaron por el ejército, las flechas de dios. En el decimo, Aquiles convoco al pueblo a agora: se le puso en el corazón llera, la diosa de los nueve brazos, que se le interesaba por los dandos, a quienes veía morir acudiendo esto, una vez reuniendo, Aquiles. El de los pies ligeros se levanto y dijo:
    Enunciado objetivo
    • Dichas estas palabras partió, dejando a Aquiles con el corazón irritado a causa de la mujer de bellas cinturas que violentamente y contra su voluntad le había arrebatado.
    7. Los ejércitos que participaban eran los aqueos, los atribas y los caudillos de pueblos, en su mayoría.
    8. Nos pareció muy mala ya que el enviaba soldados a los pueblos y ciudades a matar a las personas para quedarse con todas sus propiedades y así ser cada día más rico.

    9.
    • Cuando Aquiles elevaba sus plegarias a la madre de Tetis la diosa de los mares y esta sale de un rio y habla con él.
    • Cuando Apolo atacaba a los aqueos con las flechas de plata que los enfrentaba tanto que los llevaba a la muerte.
    10. El mensaje del fragmento del primer canto de la Ilíada es que hay que pelear y defender lo que uno quiere, la relación que existe entre el hombre y los dioses, la manera como logran convivir, la forma como los hombres le creen en los dioses ya que estos tienen mayor poder y son capaces de hacer muchas cosas que los hombres no pueden hacer.
    andrea karolay suarez gutierrez 11-5

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  5. 2.
    ♦Atridas: Nombre dado por Homero a los descendientes de Atreo.
    ♦Veleras: Embarcación que se mueve por el impulso de las velas-
    ♦Imfulas: muestras excesivas de orgullo que hace una persona de lo que considera que son sus virtudes de bienes propios. / venida de una persona sobre sus bienes actos o cualidades.
    Redimir: librar a una persona de una obligación, de un dolor o de una situación penosa.
    ♦Atrida: nombre dado por número a los descendientes de Artreo.
    Caudillos: persona que guía o manda a un grupo de personas especialmente a un ejército o gente armada.
    ♦Fonesta: que causa desgracia o dolor. / Que es muy triste o desgraciado.
    ♦Suscito: provocar o causar una cosa especialmente sentimientos de duda, curiosidad o interés, acciones que implican agotamiento u oposición. / levantar promover.
    ♦Cólera: enfermedad contagiosa caracterizada por vómitos y dolores.
    ♦Umbrías: lugar en el que constantemente hay sombra.
    ♦Vactinio: predicción pronostico.
    ♦Ínfula: adorno de lana blanca.
    ♦Ultraje: ofensa grave, insulto de obra o palabra.
    3.
    ♣Zeus
    ♣Apolo
    ♠Tetis
    ◘Poseidón
    •Atenas
    ☻PALAS
    •TETIS
    ○HERA
    4.
    Este fragmento de esta obra literaria relata cómo era la relación que tenían los griegos con sus dioses, también relata la historia de dichos dioses y varias cosas que hicieron con los humanos. Otra cosas que narra era la vida de varios semidioses que vivían en medio de todos los mortales, ósea los humanos comunes y corrientes. Básicamente narra las creencias del pueblo griego su religión y algunas historias mitológicas.
    5.
    si a mí me pidieran mi opinión le daría mi voto a Aquiles porque este tenía todo la razón al defender sus intereses y todo lo que él quería.
    6.
    • Durante nueve días volaron por el ejército las flechas de dios. Aquiles convoco al pueblo al ágora se le puso el corazón Hera, la diosa de los níveos brazos, que se interesaba por los dánaos, a quien veía morir. Acudieron estos y, una vez reunidos, Aquiles, el de los pies ligeros, se levantó y dijo:
    (exposición de hechos, Directivo)
    • Dichas estas palabras partió, dejando a Aquiles con el corazón irritado a causa de la mujer de bellas cinturas que violentamente y contra su voluntad le había le había arrebatado.
    (Manifestación de opinión, expresivo)
    7.
    estaban constituidos por los Aqueos, los del reino de Agamenón y los Caudillos de pueblos, en su gran mayoría.
    8.
    Para mí la actitud de este hombre era egoísta que solo pensaba en sí mismo y en cada día hacerse más rico por eso no le importaba masacras a todas las personas que podría meterse en su camino y además sacrificar la vida de sus guerreros.
    9.
    Podría ser cuando Aquiles eleva sus plegarias a la madre Felis la diosa de los mares y esta sale de un rió y habla con él. O también cuando todo el pueblo alababa y oraba a los dioses.

    10.
    El mensaje que nos deja el texto es el de luchar por lo que queremos por nuestros deseos ni no dejárnoslos quitar proteger lo que queremos también que hay que ser valientes como todos estos personajes que si lo fueron.

    Jhonatan Dominguez Jimenez 11°5

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  6. TALLER
    LA ILIADA
    2. RTA/ FUNESTA: que causa desgracia o dolor.
    SUSCITO: provocar o causar una cosa, especialmente sentimientos de duda, curiosidad, interés o acciones que implican agitación u oposición.
    INFULAS: muestras excesivas de orgullo que hace una persona de lo que considera que son sus virtudes o bienes propios.
    REDIMIR: librar a una persona de una obligación, de un dolor o una situación penosa.
    CHASQUIDO: sonido seco que se produce cuando se rompe una cosa, especialmente la madera / sonido o estallido hecho con el látigo o la honda cuando se sacuden en el aire con violencia.
    SAETAS: arma arrojadiza consiste en un asta delgada y ligera, con punta afilada en uno de sus extremos y que se dispara con un arco.
    VATICINANDO: pronosticar, profetizar, adivinar o anunciar lo que va a ocurrir en el futuro.
    DEIFORME: que se parece en la forma a las deidades que tienen forma de deidad.
    PORTENTOSO: que produce gran admiración por ser extraño, novedoso o singular.
    3. RTA/
    ZEUS
    APOLO
    TETIS
    POSEIDON
    ATENEA





    4. RTA/ En este fragmento se relata la relación entre hombres y dioses como los dioses intervenían en los problemas de los humanos, como algunas veces los ayudaban se nota claramente en momentos en que la influencia de los dioses fue determinante para las decisiones humanas y cambiaron el rumbo de las cosas.
    5. RTA/ yo le daría la razón a los dioses ya que los mortales Vivian en guerra y destruyéndose unos con otros y los dioses eran los que ayudaban a solucionar los problemas de los humanos.
    6. RTA/ Durante nueve días volaron por el ejército las flechas del dios. En el décimo, Aquiles convocó al pueblo al ágora: se lo puso en el corazón Hera, la diosa de los níveos brazos, que se interesaba por los dánaos, a quienes veía morir. Acu¬dieron éstos y, una vez reunidos, Aquiles, el de los pies li¬geros, se levantó y dijo: (Exposición de hechos)
    Dichas estas palabras partió, dejado a Aquiles con el corazón irritado a causa de la mujer de bella cintura que violentamente y contra su voluntad le habían arrebatado. (Exposición de hechos)
    7. RTA/ el ejército de los griegos estaba constituido por los aqueos, los atridas, los danaos, los caudillos de pueblos, los hombres de Egeon estos eran los pueblos que hacían parte del ejército.
    8. RTA/ su actitud me pareció muy incorrecta ya que él enviaba soldados a los pueblos y ciudades a matar a las personas para quedarse con todas sus propiedades y sus mujeres, para cada día ser más poderoso.
    9. RTA/ la presencia de lo mitológico se muestra cuando Aquiles eleva sus plegarias a la madre Tetis la diosa de los mares y esta sale de un rio y habla con él.
    Cuando apolo ataca a los aqueos con las flechas de plata que los enfrentaba tanto que los llevaba a la muerte.
    10. RTA/ el mensaje del fragmento del primer canto de la Ilíada es la relación que existe entre el hombre y los dioses (lo terrestre y lo divino), la manera como convivían, como los dioses en algunos casos ayudaban a los humanos, y la forma como los humanos le obedecen a los dioses la superioridad.
    HOLA PROFE SOY AIDA ORTEGA NOVOA DE 11°5

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  7. SOLUCIÓN DEL TALLER
    2/ ULTRAJAR: ofensa o insulto.
    UMBRÍAS: se aplica al lugar que recibe poco sol o está en la sombra.
    IMPETUOSA: se aplica a la persona que se comporta d forma irreflexiva y precipitada.
    PERECIAN: perder la vida una persona como consecuencias de un accidente, una catástrofe o una acción violenta.
    INFULA: son la parte de la mitra, el típico sombrero usado por los obispos de la iglesia católica y otras confecciones cristianas.
    SUSCITO: provocar o causar una cosa especialmente sentimientos de una duda conocida o interés o acciones que implican agitación u oposición.
    ULTRAJE: un culto, insulto, u ofensa contra la dignidad o el honor de una persona especialmente mediante ocasiones injustas.
    ATRIDA: este linaje que maldecido por los dioses debido a que se fundó con la sangre del hermano gemelo Atreo, triste y su destino estuvo marcado por el asesinato.
    SAETAS: la greba es una pieza de la armadura antigua que cubría la pierna desde la rodilla hasta la base del pie.
    ATENEA: también conocida como palas, atenea es la diosa de la guerra.
    BENEVOLO: se aplica a la persona que muestra buena voluntad, comprensión y simpatía hacia otras personas.
    3/ ZEUS
    ULISES
    GAMENON
    VENUS
    APOLO
    ARES
    ATENEA
    AFRODITA
    4/ Relata todo lo que paso cuando Agamenón y Aquiles fueron a Tebas, la saquiaron y todo lo que trajeron se lo dividieron por partes iguales, Agamenón se quedó con la hija del sacerdote criselde y Aquiles son rescate por la crisis ante los aqueos y atridas, pero dicha petición fue llegada.
    5/ Le daríamos la razón a Aquiles porque este fue un gran luchador que le hizo frente a la crisis. Apolo como dios también tiene razón ya que limito las acciones de Agamenón y por luchar para rescatar a su hija.
    6/Aunque seas valiente, deforme, Aquiles, no ocultes así tu pensamiento, pues no podrás burlarme ni persuadirme (modalizador: manifestación de hechos)
    -ayer se marchó Zeus al océano, al país de los probos etíopes para asistir a un banquete y todos los dioses lo siguieron. De aquí doce días volverá al olimpo (modalizador: exposición de hechos).
    7/ Aqueos, atrina y caudillos de pueblo.
    8/Su actitud me pareció muy mala ya que mandaba a sus soldados a saquear, a despojar y matar a personas de otros pueblos para quedarse con todo.
    9/Cuando Aquiles eleva sus plegarias a la diosas de los mares sale y habla con él.
    -Cuando apolo ataca a los aqueos con la piedra de plata.
    10/ Es que tenemos que luchar por lo que queremos la manera como convivían los dioses con los hombres y como estos le obedecen a los dioses ya que son conscientes del poder que tienen y de todo lo que pueden hacer.
    angie genes 11ª5

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